Hace años que prácticamente dejé de escalar (vías de otros quiero decir)... Hoy centro mi actividad en abrir mis propias vías y a tratar después de encadenarlas.
Sin embargo, limitarte a tus proyectos termina alejándote del mundo exterior, de otros estilos de apertura, de otras formas de graduar. De la realidad al fin y al cabo.
Por eso resulta indispensable repetir líneas ajenas, mejor cuanto más variadas: tochos, largas, equipadas o limpias, "colladas", sucias, rotas, cabronas o "regaladas".
Debería sumergirme más a menudo en la Deportiva, ese género separado de la Clásica, ajeno a los cánones del alpinismo, tan necesaria, tan exigente física y mentalmente: repetir, repetir y volver a repetir hasta alcanzar el rotpunk.
Tres días alejado de mis aperturas, huyendo de la autocomplacencia, me han conducido a fracasar reiteradamente en mi grado trampa, esas tiradas donde nada tienes que ganar, y sí todo que perder, sobretodo en autoestima. Engloba esa dificultad que a priori tienes superada, por encima de tus vías de calentamiento, y siempre por debajo de las que asedias. Probarlas sólo genera ansiedad, porque si sale no puntúa, y si fallas te hunde.
Recibo cuatro o cinco collejas sonoras, formativas, sanadoras. Y me sumerjo, de nuevo, en un necesario baño de realidad que reasienta mis pies en el suelo y cuestiona mis certezas.
Fuera de tu zona de confort, habita todo un mundo por descubrir.
Y de esos polvos nacieron estos lodos...
Un Bany de Realitat, paret del Tossal de l'Obaga de la Font, URGELL (entre Oliana i Coll de Nargó)
Línia amb regust agre i dolç.
Lloc preciós, colors brutals i companyia magnífica.
Però ni m'hi he esforçat prou, ni hem estat capaços de trobar un equilibri entre els llargs.
Li manca homogeneitat.
El Tato, ell sí, la prova a fons i s'endú primer llarg a vista. I el quart quasi...
Ja m'explicareu si hi trobeu el vostre "grado trampa"...