Ruido de helicóptero, presagio de desgracias.
Afortunadamente parece tratarse de una cordada extenuada que ha optado por llamar al grupo de rescate y todo terminará sin mayores consecuencias.
No rapelan. Quizás porque la ayuda exterior resultará menos costosa para su bolsillo que abandonar un juego de friends y algunas drizas. Olvidan (o quizás obvian) el coste de una hora de vuelo del helicóptero, pues va a cargo del erario público y, lo que es peor, olvidan el riesgo que corren piloto y rescatadores.
No discuto llamar al grupo de rescate en caso de accidente o imprevisto.
Critico la comodidad de nuestra sociedad trasladada a la montaña.
Critico posponer otras medidas que deberían tener preferencia sobre los servicios aparentemente gratuitos de auxilio: elegir bien la vía, bajarse o disfrutar de un -in-cómodo vivac.
Critico a esta sociedad en que nos creemos con derecho A TODO, gratis y de forma inmediata, sin dar apenas valor a los privilegios que tenemos.
La vida sigue en el Valle ajena a nuestras escaladas e inquietudes.
El Patronato observa con temor la proliferación de nuevos itinerarios en Ordesa, probablemente alarmado por el exabrupto de un (ex)escalador que criticó en foro público el (ab)uso de la máquina infernal que (a su criterio) sufrían las paredes del Valle. Ahora quizás se planteen regular la escalada sensibilizados por el escrito firmado también por otros personajes que no escalan en Ordesa desde tiempos ancestrales.
Se anticipa una convivencia legislada, más restrictiva. Somos demasiados para vivir en libertad, y la "normalización" se intuye inevitable.
Déjame vivir rezaba el nombre de una ruta mítica en los Picos...,en paz añadiría
Manu Córdova paseando por techo de Zarathrustra, en LIBRE, 8a
Un par de topos de vías clásicas y no tan clásicas
Sitistrato, una "incontournable" que merece estar entre las rutas de obligada visita.
Probablemente la línea que más embarques ha generado desde su apertura.
Ahi va una topo que -quizás lamentablemente- contribuya a eliminar parte de la aventura que la incertidumbre del trazado confería a esta vía.
Recuerdo una repetición que realizamos a Sistitrato con Kike en un lejano 1996, interpretando el croquis que apareció en un Especial Ordesa de Desnivel. Nos perdimos, y detrás nuestro también se perdieron los autores del artículo.
Erramos en el sexto largo saliendo rectos hacia arriba, y pagamos el fallo rapelando de dos friends y un fisurero, una fortuna para la economía de un becario, mi "situación" en ese momento. Los recuperamos rapelando desde la R7. Acabamos de noche, agotados, exultantes, con todas las neuronas consumidas. En esa época el bus todavía no se había implantado en Ordesa, y pudimos permitirnos un descenso tranquilo.
Ese embarque sería el germen de la Vía del SexTo
Ahora con Manu hemos empezado otra entre Sistitrato y Batxurizopa, seis largos que van uniendo errores de navegación de cordadas precedentes. Si nos deja continuar a base de pitones y bichejos, se anticipa un reto peleón en su último tercio.
El Señor de las Audibras, vía del maestro Mikel, una línea "rara" que ha registrado alguna visita este verano.
Topo según la ascensión que hicimos con Toti hace cuatro o cinco años.
No recuerdo el material empleado, en todo caso llevar lo habitual: juego completo y medio de friends, dos juegos de micros, y fisus.
Recomendable para los amantes de aventura, especialmente en los días de calor.
Korrika Avenida de la Luz. Vía de los 80 acabada en los 90. Mítica en sus orígenes y aun hoy día, por la mezcla de dificultad y exposición de su mitad superior.
La roca varía de aceptable a buena. Llevar maza habría contribuido sin duda alguna a rebajar el compromiso. Trazado bastante evidente con algunas variantes -más difíciles- posibles.
La intenté hace unos años con Óscar Pérez, poco antes de que marchase a Pakistán. Una caída en el último largo antes de la campa nos convenció para salir por la Rabadá.
Este sábado la he completado con Santi, a quien le tocó el últim largo, finalmente el más comprometido y difícil no sabemos si por haber errado el recorrido, o por la rotura de algún canto.
Nos ha gustado sin llegar a entusiasmarnos. Con un nivel de exigencia similar, Los Prismáticos de Gavín, por ejemplo, nos pareció más atlética, más disfrutona y sobre mejor roca.