Las terroríficas historias que se cuentan acerca de la nula calidad de su roca, su orientación norte, el aspecto herboso, y su relativo alejamiento de carreteras transitadas han relegado estas paredes al olvido.
Punta occidental de Castillomayor vista desde Escuaín, marzo 2014
Con el tiempo los lugares relativamente solitarios, de belleza indiscutible y tranquilidad asegurada, van ganando enteros.
Si la casualidad, o mejor dicho, la persistencia quiere que encontremos un pedazo de roca relativamente sana, el enamoramiento está asegurado. Esto es lo que nos sucedió hace unos días cuando descubrimos esta pequeña gran ruta.
La tormenta envuelve Castillomayor
y nos obsequia con un contraste de luces
No esperéis roca espectacular (aunque para ser sinceros, el último largo sí tiene una roca brutal). Tampoco dificultades extraordinarias ni una escalada soberbia.
Acudid sin otra expectativa que pasar un buen rato y disfrutad de un entorno verdaderamente mágico en el corazón del Pirineo.
La vía empieza próxima a un collado con un característica hoz de madera
que parece trasladarnos a los albores del siglo XX
El paseo de aproximación apenas excede de la media hora, al principio en pendiente pronunciada, después en ligero ascenso.
La vía, cuatro largos, puede recorrerse por entero a la sombra o al sol.
Es una magnífica opción para jornadas calurosas entrando a partir de la una del mediodía en la que os apetezca una escalada de longitud moderada.
Quizás un domingo después de Ordesa, o un sábado tardío de verano.
Cuarto largo: fisura horizontal levemente ascendente en V+/6a.
Atraviesa la pared justo por encima de un gran techo, y acaba enderezándose (y endureciéndose)
Sísí,
que os aproveche.
Ya diréis, opinar es normal
Ummmm algo va saliendo ya...bello lugar. Algun dia habra que ir a explorar...
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarAparte de Sisi y Princesa ,sabéis de más itinerarios de escalada en Castillo Mayor??
Gracias!
Buen blog ;)