El macizo del Montblanc, omnipresente, acapara toda nuestra atención desde antes de llegar, la retiene durante nuestra estancia en la meca del alpinismo, y a veces consigue mantener el embrujo durante el viaje de regreso a casa.
Sólo resistiendo la tentación de contemplar el Montblanc por última vez a través del retrovisor seremos capaces de descubrir un tesoro escondido: la Paroi d'Anterne, una muralla calcárea que domina desde las alturas la vertiente norte del valle del Arve.
Ya en tu tercer o cuarto viaje, saciadas tus ansias de granito, empezarás a preguntarte por el nombre de ese farallón calcáreo, y por si tiene rutas escalables.
Si además practicas el absurdo pasatiempo del hielo, sentirás cómo va creciendo un vacío en la boca del estómago que se desplaza hacia tu cerebro, sensación que se convertirá en vértigo al descubrir que desde esa atalaya se dominan la roca del Montblanc y las cascadas imposibles de Fer-a-Cheval.
Anterne queda a las puertas de ambos reinos, separándolos, olvidado y tan ignorado que todavía quedan líneas por abrir.
posibles aproximaciones, y Betelgeuse en rojo
Betelgeuse es una ruta moderna equipada con parabolt inoxidable a prueba de bombas.
Está bien que sea así: conseguimos meter dos veces un totem azul en sus intensos 250 metros de compacto calcáreo, y probamos más de una vez la bondad de las chapas.
Sostenida en torno al 6c/7a, con un paso especialmente obligado en el tercer largo y una escalada esencialmente de "pies", puede convertirse en una de las clásicas de dificultad del valle.
inicio del tercer largo, lejos todavía del paso que se mantiene fresco en mi memoria,
6c obligado dicen. Pase Dios y lo vea...
A destacar la exposición de la trepadita necesaria para llegar a pie de vía, donde quizás erramos la canal de acceso. Aun así, ojito con la travesía sobre esquistos verticales.
los esquistos a trepar, justo encima de la línea de la sombra
Nos encantó la soledad del lugar, la belleza del itinerario, la calidad de la roca y el descenso andando por el pasaje del Dérochoir.
la vía termina a la izquierda del pico más alto,
el descenso transcurre por pendientes suaves de Carst torturado hasta alcanzar un vallecito verde,
y de allí remontas a la arista donde nace el pasaje del Dérochoir
En conjunto, una actividad larga y con un cierto compromiso, a evitar absolutamente con meteo incierta. No quiero imaginar una retirada por las pendientes y la canal de acceso en medio de una tormenta de agua.
Aproximación de 2 a 3 horas + 4 a 6 horas para la vía + 2 horas de descenso
Sombra desde las 14:00 en este julio canicular.
Más info sobre el lugar en:
- http://www.camptocamp.org/routes/176356/fr/pointes-d-ayeres-betelgeuse
- Escaladas en el valle del Arve
- Libro de Mussato, con dos rutas moradas (oju peligru)
Que pinta esa via y esa pared...como tu, ya la habia visto pero siempre se quedo en eso....veo que ya estas recuperao..en breve te dejo un regalo a la sombra mas que sorprendente jejeje...
ResponderEliminarSaludos
"Si además practicas el absurdo pasatiempo del hielo, sentirás cómo va creciendo un vacío en la boca del estómago que se desplaza hacia tu cerebro..." tot un poeta! Molt bonic bolita!
ResponderEliminarLlegint aquesta entrda he tornat a fer la via i he tornat a caure, sense sortir de casa. Somiar i ser realista.
Ester