Aprovecho estos días de encierro para piar las últimas vías del Otoño.
Peña de San Martín languidece a la sombra de Peña de Sin, un faro que atrae todas las miradas.
Su recorrido modesto, la ausencia de vías comprometidas y las aparentes fajas de vegetación la convierten en un segundo plato, o incluso tercero, si tenemos en cuenta las enormes posibilidades del valle de Plan.
Y ése es, precisamente, su encanto: longitud moderada, paredes sencillas y bien orientadas al sol.
También cortas, pero con menos insolación, el muro Este, sombrío, donde Christian trazó El Feo de Pau, y con Ester abrimos Tenemos los Mismos Gustos. Ambas a tres minutos andando en dirección Plan, de Domingos al Sol.
Con otra aproximación queda la vertiente NorEste donde Christian y Dani abrieron Sin Gancho y a lo Loco, de la que no tengo referencias.
Domingos al Sol no tiene otra pretensión que la de ofrecer una mañana de escalada agradable y asequible, salvando eso sí, el cuarto largo, en adherencia bastante obligada.
No esperéis maravilla alguna, ni en términos de dificultad ni de belleza. Su enclave, orientación, facilidad de acceso y, si conviene, huída fácil, proporcionan la dosis adecuada de divertimento.
Algunos largos pueden empalmarse (especialmente 1+2, y quizás 5+6) si espacias el emplazamiento de friends y fisureros y gestionas las cuerdas con tiento.
Una de las vías fáciles del valle.
Que la disfrutéis.
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