martes, 12 de abril de 2011

Un Airbus en el Peladet




ADVERTENCIA: LOS PERSONAJES QUE APARECEN EN ESTA HISTORIA SON FRUTO DE LA FICCIÓN. CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA.

Hace ya 20 años que perdí la fe en las promesas de la gente. Pues bien, de nuevo consiguieron engañarme. Y lo que es peor, lo hicieron en mi terreno.
Afortunadamente conseguí devolverla.

Sabado, 2 de abril

Tantas visitas al Peladet tenían explicación, aquel pedazo de roca ejercía en mí una atracción irresistible. Aproveché la semana para consultar la enciclopedia ilustrada de las paredes (San Luichy sea alabado), realizar unas llamadas a antiguos aperturistas, y para ubicar vías anteriores.

Tengo una línea controlada en el Peladet, y parece tan bonita que merece un equipamiento paternalista - anuncié a Unai haciéndole jurar por sus ancestros y futuros descendientes que dejaríamos una vía bien asegurada, para humanos.
Voy escarmentado, alguna de las últimas travesuras de este diablillo son irrepetibles (al menos para mi), y "clausurar" una línea buena sobre roca sputnik tan cerca de casa, me molesta. Egoísmo puro, lo reconozco, disfruto repitiéndolas...

Y me engañó, vaya si me engañó.
Con arte y estilo más propios de un psicólogo que de un ingeniero. Bastaron dos comentarios mientras empezaba el primer largo para espolearme y lograr que lo diera todo. "Caray albert, hoy vas bien, te veo suelto. A este paso el Tato y Manu van a dejar de llamarte costurera"
Me levantó el ánimo, me manipuló sutilmente y acabé jugándomela. Afortunadamente salió bien y llegué entero a la reunión. 55 metros de placa sin chapas, 6b, roca gris, calidad Peladet.

Siguiente largo. No le veo muy predispuesto a coser la tirada.
Menos mal que la salida de reunión pinta placosa y difícil. Como 7a. Bolt obligado a 4 metros y salida tipo "corre por tu vida" vertical, también en roca escultural que aceptaba bichos relativamente buenos.
Placa y desplome fisurado, luego más placa.

Ascendiendo el largo de segundo me parece que ya no podré repetirlo... Ya huelo a encerrona. Sin embargo creo poder negociar algún "retrochapamiento" tan útil en las aperturas con Unai.



El largo 3 pintaba feo, sucio y negro. Coincide con la franja más herbosa del Peladet, justo antes de alcanzar la repisa que abre paso a la parte más tiesa y difícil de todo este universo vertical.
¡ Y qué grata sorpresa !
Formas generosas, rayas horizontales y oblicuas profundas que admiten fisureros, totems y microfriends. Sólo 6b, roca magnífica y también un bolt cercano que perforo pese alguna leve objeción.
No hay fotos, el melón siempre rompe, olvida o extravía sus cámaras.

Alcanzo la feixa con satisfacción. El desplome que nos domina presenta un par de sugerentes debilidades, y grito:
"Unai, te viene un largo flipante, y en contra de lo que anticipábamos parece fácil, rondará el 6c"

Donde las dan las toman...
Y así, ese día algunos escaladores en Terradets tuvieron el privilegio de asistir a un espectáculo de vuelos y caídas.


- Estoy lesionado - me advierte el melón.
- Pues eso, como sales de repisa mete rápido chapas que la caída es fea -le respondo
Ahora sí, la máquina empieza a cantar con ese ronroneo típico y tranquilizador.

- Unai, ¿te cuelgas otra vez ? ¿Qué sale, como 7a? - le pregunto
- Hasta aquí (3ª chapa) como 7+. Estoy flojo, jodido del codo - responde el chavalín.
Intenta salir y empieza el circo: vuelos, sputniks, sartus, saques, caídas, ostiones, y shakeltons.


Nueva chapa y otra salida hacia la nada. Y llega la escena triunfal.

"Al loripeichhhhh, que estoy de un gancho".
Consigue meter otro y reforzarlo con un fisu. Ahora sí, le envío la taladradora por el cordino auxiliar.
BRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR suena el artilugio.
Y de repente, CHHHAAAACCCAAAA. Salta un gancho.
ZZZZAASSSSS salta el otro.
El fisu aguanta.
Unai sigue taladrando.

UAAAAAAAAAHHHHH- grita
Instintivamente me preparo para detener una caída que no llega. Miro hacia arriba y descubro a Unai cerca de la chapa anterior. Pero no cuelga de las cuerdas. El taladro todavía sigue clavado 2 metros por encima, doblado hacia abajo, el cordino tenso y Unai colgado del cuello por la bandolera del Makita, en una posición imposible.
Por un momento temo que la escalada ha terminado y que el pobre chaval se ha luxado el hombro o el cuello. Es duro, es vasco. Se recupera y dolorido decide seguir.

El taladro sigue clavado en la roca como una pistola humeante dos metros y medio más arriba. En lugar de subir por el cordino auxiliar que lo unía a la máquina, escala . Lleva una exprés en la boca para chapar directamente el taladro.
Se cuelga y ZZZZZAAAAACCCCCAAAAA

De nuevo alas.
Siento el golpe en mi arnés y detengo la caída de Unai. Algo sigue volando. El taladro baja un cohete hasta quedar detenido por el cordino auxiliar a mi altura. Como la pared desploma no impacta con nada. Al colgarse de la cinta ha empujado al émbolo bloquea el dispositivo que une broca y taladro. Arriba asoma una flecha, es la broca que sigue clavada en la pared, indiferente a nuestras emociones

El mozo lleva ya alrededor de 10 intentos. Decide traicionar sus principios y subir en artifo hasta la broca . 4 o 5 movimientos con su rudimentaria técnica sobre estribos (qué contraste con su progresión en libre !) y laza el pedazo de hierro que asoma. Otro gancho. De nuevo me pide el taladro, no se puede aprovechar el agujero antiguo ahora ocupado.
Cambio la broca, llevaba una de recambio.
Unai ha quedado exhausto. Apenas tiene fuerzas para recuperar el taladro.

Cuando acaba intenta meter el bolt. No cabe.
Mazazos. Ni aun así. El perno se resiste penetrar más de 3 centímetros y se dobla.
Qué pasa ????
Joder, la otra broca también se ha roto.


Desde la pared de Les Bagasses oímos como nos gritan. Son Manu y Eva que se ríen y aplauden a ese loco volador.

Volveremos otro día. 4 largos son un buen botín.
Es tarde, hay hambre, y nos esperan en la furgo.