martes, 30 de mayo de 2017

Dieta NavUrra en Barrosa, Punta Ruego de Liena

Especie a parte, la de los chicos del Norte.

Llevo tiempo estudiando sus hábitos, costumbres y entrenos, a ver si se me pega nivel y valentía.

He probado a comer garbanzos después de una semana escalando solo ABOs.
He intentado copiar programas de entrenamiento
Me mentalicé con el objeto de perder miedo a las caídas.

Todo ha sido en vano.


Que la edad y peso correlacionan positivamente está demostrado a nivel matemático y empírico.
Cerca de Semana Santa el indicador de la báscula alcanzó el nivel 5 de criticidad.
Se imponía una solución DRÁSTICA y llamé a Unai y Eneko, dos naBurros con denominación de origen cuya compañía garantizaba agotamiento extremo y adelgazamiento.


Las opciones de pinchar hielo durante esta primavera tropical se reducían a tomar copas en los tugurios más sórdidos de la noche, o a elevarnos en picos por encima de los 3.000 metros.

Ni Unai ni Eneko destacan por sus aptitudes nocturnas, pero sí en alpinismo masoquista.
Así pues nos dirigimos a unas agujas graníticas del valle semi-olvidado de Barrosa, orientadas al norte y alejadas del fondo de valle. 3 horas de aproximación y casi 1.000 mts de desnivel.

Eneko había intentado la de la derecha un año demasiado seco. Ahora prometían mejores condiciones. Atacamos la izquierda, encajada y vertical.

la Goulotte sale por la flecha amarilla 


Unai empieza el tajo. Hora y media más tarde consigue montar la primera reunión. Delicado, bien delicado. Pataleamos y arañamos los resaltes. Dos bolts con anilla nos sorprenden.

Y esa será la tónica de la vía. Preciosa, encajada, alpina, chamoniarda, con las condiciones justitas para pasar ("ideales para gozar" apuntarán los naBurros).


No percibimos vestigio de clavos ni cramponazos arañando la roca, y sin embargo aparecían reuniones espaciadas con dos bolts inox y anilla a casi cada largo de cuerda, más propios de rápeles que de ascensión previa. Misterioso.


Seis horas más tarde alcanzamos la cornisa somital.

Un paso desplomado en nieve compactada, a modo de pequeño serac, nos deposita en la cima de la Punta Ruego de Liena.


Yo hubiera preferido venir 15 días más tarde, con la nieve transformada en corcho blanco. En fin, no se puede elegir cuando te invitan a una fiesta.

La bajada, sencilla, consiste en crestear hacia el Este hasta un collado desde el que se divisa el antiguo cable de las minas de plata de Barrosa. Un camino a veces visible y otras oculto por la nieve serpentea por una cresta que desciende al valle. En otras 3 horas alcanzamos la furgo, cansados y muy contentos.



La ruta, no sabemos si apertura o repetición, merece la pena.
Aquí una topo aproximada de lo que hemos bautizado como "Laia".
Si alguien la conoce, agradecido por la explicación.




A la mañana siguiente, tras casi 10 horas de sueño, amanecemos en Serveto, listos para intentar concluir una ruta largamente trabajada en nuestra querida Peña de Sin.

Sorpresa. Oímos voces en lo alto. Una cordada se descuelga de la cima.  Jean Pierre Rio y Jean Mi trabajan en su ruta, a la que acceden mediante rápeles aéreos e inciertos.
En seis horas alcanzamos la R5 de nuestra vía donde coincidimos con ellos.
Es la hora de Unai. Su largo, su sello.
Intento atarle corto. Imposible. Macarrada en una sección de 8 metros. Lo solucionaré con un par de alargos de dos metros que democratiza un poco la ruta. Sección de gota de agua de mano llena antes de la reunión, más asequible.

Me toca.

Largo también espectacular, roca azulada, gotas de agua de bordes afilados, una sabina milenaria (estilo Taghia) de 8 metros de altura que aprovecho a modo de chimenea. Brutal.

Colgaré la topo en cuanto la arreglemos.


Los franceses avanzan más rápido que nosotros.
Nos esperarán. Conocen un camino que desciende del siempre enmarañado bosque de Sin.
Bajamos hablando de planes y escaladas.

Muertos
agotados
felices

y con un par de kilos menos...
la dieta naBurra no falla





lunes, 15 de mayo de 2017

Los (Sin)vergüenza

Jamás imaginé que escalaría con el mayor (y mejor) depredador de líneas de pared.

Bueno, sí. En mis primeros años de Montrebei, desde la Paret de Catalunya admiraba la línea de Totxaires. Tan lejos estaba de mi alcance que me propuse contratar un guía.
Y, ¿ quien mejor que Christian Ravier ?
El sueño se aplazó como otros tantos.

Tampoco adiviné que me convertiría en abridor compulsivo.
Tuve incluso pesadillas en las que Christian se apoderaba de mi lista de objetivos secretos y los abría sin mí


Con los años el sueño transmutó en dibujar una línea nueva con Christian.
Coincidíamos en lugares insospechados sin conseguir cuadrar agendas: Su oficio le ocupaba los fines de semana; el mío me liberaba esos mismos fines de semana.


Finalmente se ha cumplido
Los (Sin)vergüenza


Semana Santa
Nuestro objetivo inicial, el tercer muro de Gavarnie, se evapora al calor del sol de abril.
Al otro lado de la frontera, las paredes del valle de Ordesa secan rápidamente exceptuando la Fraucata, todavía impracticable.
El autobús obligatorio limita nuestro horario y constriñe el abanico de vías potenciales. Escogemos una de esas clásicas que  no defraudan, la Rabadá-Navarro
Saciados del valle, regresamos a nuestro particular santuario de Peña de Sin para evitar las limitaciones de acceso


Es Viernes Santo, día de calor y penitencia
Operación Puñetazo promete castigo suficiente a base de fisura y encastamientos
Permanecen a la sombra la mayor parte del día, salvándonos de un sol inclemente.
La vía, todavía salvaje, mejorará con las repeticiones.
Silvia se zampa un tercer largo sumamente delicado sin posibilidad de protección, ahora ya limpio. Los bloques peligrosos yacen un centenar de metros abajo en el lecho del río.
Terminamos saliendo por una variante expuesta y bonita a la izquierda de la original.

Algunos se quedarán sin comer

La repetición nos permite constatar la calidad de una línea que permanecía virgen a la derecha
Dos largos de placa y después una fisura azulada hasta la vira. Acribillo el sector con mi cámara.

No muy lejos, Miquel y Juli repiten Sin Plan
en libre!!!  incluso la segunda tirada.


Sábado
Sin espera ni paciencia regreso con Ester al escenario del que será nuestro próximo crimen.
Abriremos apenas dos largos. Como siempre sucede, la dificultad excederá nuestras expectativas, sobretodo en esa primera tirada que exige unos metros de artifo y paciencia.


Domingo de Resurección
Amanece un día claro y frío en Salinas de Plan.
8 de la mañana, hora de desayunar.
Christian viene Francia. Trae croisans, paté y otras delicias locales. Sospecho que quiere ablandarme para que termine mostrándole mis secretos, mis líneas, mi archivo oculto, la lista prohibida

Nos tanteamos como jugadores de póquer, mostrando nuestras cartas con precaución, reservándonos algún as en la manga.
Café tras café, infusión tras infusión, hablamos, exponemos, proponemos.
- Indecisión: Repetir o abrir.
- Tensión: Exponer nuestros pequeños tesoros a los ojos del otro. Me siento Gollum con el anillo del Señor Oscuro

Sufrimos del mismo mal, un afán por el descubrimiento casi enfermizo. "Viajar" lo llama él

Decidido: Seguiremos la vía que empecé ayer con Ester.

Le concedo a Christian el -dudoso- privilegio de empezar. No quiero volver a tomar mi propia medicina. Ayer ya pasé mi dosis de miedo intercalando el libre entre dos pasos de gancho precario.
Aprieta, aprieta y tira del libre. Rebufa, grita, juramenta.
Merde, fais gaffe!!!
Despliega alas y vuela una docena larga de metros.

Siento como me embriaga una oleada de PLACER intenso
Tras tantos años sufriendo en las vías del maestro Ravier, tantos abandonos y tanto miedo experimento un orgasmo eléctrico y prolongado.
Quien haya repetido alguna de sus vías me entenderá...

Este primer largo dejará souvenirs a los repetidores 
permanece a la sombra hasta bien entradas las once.

Le invito de nuevo a liderar el segundo largo, más humano, aun así difícil, como de 7a+ . Acepta.
Trato de cansarlo sin conseguirlo. Quiero amansarlo un poco.
El póquer se torna en partida de ajedrez.
travesía del segundo largo


Aprovecho para meter un par de bolts adicionales a estos dos largos, sanear un poco y en unas horas alcanzamos el punto máximo de ayer. Por delante tenemos tres largos de apariencia asequible.

Yerro. Los largos darán guerra.
Una bella lucha.


Lo confieso, me acompleja abrir con este personaje cuasi mítico. Me impresionan sus gritos cada vez que se esfuerza al límite. Tiene más cojones que yo, más experiencia, más nivel.

De nuevo le cedo la tercera tirada -ya tierra incógnita- que concluirá arrancando un par de bloques gigantes. ¿Quien dijo que Christian no limpiaba sus vías?

Christian abriendo el tercer largo


tercer largo

tercer largo


Por eso en el cuarto largo me obligo a abrir en libre hasta volar. Arranco un par de piezas y termino a la altura de la reunión descojonándome, excitado pero feliz.

El vuelo atempera mis nervios. Prosigo una tirada excepcional hasta poco antes del final, donde la dificultad me obliga a progresar con tres clavos que dejaremos. Largo descomunal.

La "costurera" en acción, 4º largo

Gràcies per la foto,  Marc Vilaplain


El último largo consumirá los últimos rayos de sol y las también últimas energías del señor Ravier y las mías.
el "jefe" abriendo la última tirada

Entre los dos sumamos cien años y cerca de cuatrocientas aperturas.

Anochece. Terminamos en la vira.
De la vira rapelamos al río, exhaustos y contentos


Los (Sin)vergüenza
Nuestra primera vía
Una buena vía... dura.


Lunes de Pascua
Estamos muertos
y pese a ello escogemos vía en Montañesa en compañía de María
Nada de Friki.

On a les mêmes goûts, confesión de dos escaladores bulímicos