miércoles, 15 de junio de 2016

Voyage selon Gulliver, y otras perlas alrededor de Chamonix

Se acerca el verano, momento de desempolvar el cajón de las guías, algunas tan gastadas y manoseadas como el Penthouse de un adolescente.



Las páginas de "Voyage selon Gulliver" parecían pegadas.
Pero como una vía tan fotogénica aparece en la mayor parte de libros y selecciones de la zona, releyendo "Las mejores vías de Europa" de Petit y Bodet, y examinando "Las mejores fisuras de Chamonix", empiezo a soñar de nuevo.

Solo hacían falta unas pocas jornadas estables.
Bastaba con dos.
Las que fueron, afortunadamente, ni más ni menos.
Porque con más, los objetivos se tornan más ambiciosos, más alpinos, más inciertos.

Y es que desde el Capucin no puedes evitar que tus ojos se dirijan al Montblanc, y que tus sueños asciendan como volutas de nubes




Aquí van unas fotos

Trident, Capucin y Clocher
La vía asciende por la cara central del Capucin

Un cuadro para mostrar las "personitas" en la foto siguiente 
 y para acreditar lo que nos cuesta madrugar. 
Y es que por muy temprano que te levantes siempre hay cuatro franceses y dos alemanes que empezaron antes. Incluso italianos !


Tan malos no somos. Adelantamos a alguno. 




Ester en los últimos largos y el Tridente asomando por detrás. 
Una tienda aparece en la parte superior izquierda, apenas un punto negro. Basta fijarse en las personas que pasean por la nieve a su izquierda para percibir sus dimensiones gigantescas. 


Otro de los satélites del Montblanc de Tacul con "visitantes" en el círculo




El día siguiente lo dedicamos al Descanso Activo: eufemismo con que denominamos a las actividades de relleno de esos espacios vacíos, silenciosos, sin apenas nada que contar, entre objetivo y objetivo.

A veces el lugar, la vía, nos acaba sorprendiendo y termina por gustarnos más que el motivo principal del viaje, o simplemente que la compañía revaloriza la actividad.

Chamonix está lleno de pequeñas golosinas con que saciar nuestros hambre.

Aquí van unas sugerencias de nuestro último viaje a los Alpes


Flores en Paroi de Gramusset,




Pilier Oublié de la Roca de Leschaux, sombra HASTA el mediodía


Plenitude a Les Vouardes
Más sombra, esta vez A partir del mediodía

y dificultad en "solo" 6c,
eso sí, escala europea como alguna se encargará de recordarme


Capucin, Alps... mus veiem aviat !

jueves, 9 de junio de 2016

Mil i una nits a Paret de Catalunya

ألف ليلة وليلة 

Repetir una via sovint condueix a crear-ne de nova,
com explica la llegenda de Les Mil i Una Nits, on cada relat s'encadenava al precedent allargant els dies sense fi.




El nom respon al temps que ens ha costat acabar aquesta línia, i al fet de descobrir-la en repetir El Cau del Sioux.
Sort de la Di, cervell d'un projecte que la seva voluntat ha fet reviscular.



Volíem renunciar a les xapes, objectiu pretenciós aconseguit travessant algun tram de roca variable, a preu de reduir l'estètica i l'equilibri del conjunt.


La via surt prou bona.
El darrer llarg, veritable cirereta del pastís que la Dianilla obrirà en lliure, deixa un regust molt dolç.





Cada generació ha explotat els recursos del seu món sense mesura.
L'escalada no n'és excepció i alguns estem abocats (condemnats?) a obrir.


És la vanitat qui explica aquest furor ?
No crec, si més no com a motiu fonamental.
La veritable causa sorgeix l'èxcitació que experimento encetant terreny incògnit, consumint paret verge com si fos droga.
Yonkies de l'apertura.
Prefereixo gaudir-ho jo a que ho facin altres. Egoïsme en una paraula, del qual se'n deriva un sentiment de culpa que provo d'atemperar cuidant aquestes noves vies, buscant que algú altre també disfruti de la meva dependència.