miércoles, 15 de junio de 2011

Escuela de vuelo PEMPENÚS

Manu poniendo a prueba los bolts de L1 de Melon's Obsession, la obra maestra de Eneko y Jose


Montañesa se ha convertido en un laboratorio puntero de la escalada de pared. En los últimos años se han abierto algunas rutas que merecen estar entre las mejores del Pirineo, y dos de ellas probablemente entre las más duras.

- SuperEnergy, de Oriol Anglada, Marisol Monterrubio y Jesús Ibarz
- Melon's Obsession, en el Pempenús, de Eneko César y José Zabalza

El domingo intentamos la segunda.


Engañé a Manu y a Martín, dos titanes de la escalada en pared.
Aproximación agradable en algo más de hora y media, peso repartido, y bocata a pie del muro. Cuando te plantas en la base de la pared no entiendes cómo pueden subir por ahí en libre (la realidad se encargaría de corroborar esa primera impresión).

Tenía referencias de que el primer y el último largo eran los más duros, no tanto por grado como por obligatoriedad. Los ingleses tienen una palabra para definir rutas con compromiso. Esa palabra es bold.

30 o 35 metros donde a partir de los 10 metros no puedes añadir ningún seguro adicional a los tres bolts que protegen el largo: sencillamente acojonante.


Manu alcanza el segundo bolt del largo.
Sube, baja, prueba,
y .... vuela.


Encuentra una secuencia que debería permitirle alcanzar el tercer expansivo, pero esos movimientos fuerzan su hombro. Hace apenas mes y medio que se le salió, y burló el quirófano a base de ejercicios y recuperación. No puede arriesgarse a una recaída y renuncia a terminar.
Nos invita a probar.


Yo me largo, he visto de qué va el tema y ni en el mejor de mis sueños aspiraría a intentar el largo de primero. Mi cabeza ya arde al pensar en los largos 2º y 4º que me corresponderán de mantener el trato cerrado horas antes en la mesa de un bar, los teóricamente "fáciles".

Martín se siente con fuerzas y acepta el reto.


Lleva escalando una semana seguida, acaba de abrir una ruta nueva con Christian, y anda más cansado de lo habitual. Aun así descubre la secuencia y prueba

Esta vía exige mucho, tanto que después de varios vuelos Martín prefiere esperar y volver otro día en plenitud.

Es ahora cuando me correspondería dar el paso al frente y probar. Demasiado grado, demasiado duro, demasiado obligatorio. No me atrevo, sencillamente.
Hace apenas una hora me escabullí alejándome 100 metros con la excusa de encuadrar mejor las fotos. Fotos que podéis degustar aquí.

Cuesta mucho aceptar una retirada, y dudamos entre las cervezas del bar Ambrosio o seguir escalando.

Como dijo Carlo Grassi, el maestro del hielo, "soldato che fugge è buono per un'altra volta" (el soldado que huye es válido para otra batalla), y así, en un intento de restituir mi vilipendiada dignidad, propongo Les Gouts des Autres, magnífica vía de Christian que bien merece un "viaje" al Pempenús.
Resignados aceptan, y para tirar de motivación me ofrezco a empezarla.

En la primera reunión abandonamos a Martín, quien se dedica al noble arte de la siesta.
Manu abrirá el segundo largo bajo un sol de justicia que termina por hincharle los pies. Escogió unos gatos prietos pensando en la otra vía... Así que también él se instalará cómodamente en la segunda reunión dejándome el tercer largo, una placa soberbia de adherencias y movimientos técnicos que exigirá todos mis esfuerzos.


El último largo lo obviamos. Ya lo hice dos años atrás y desmerece la belleza de los anteriores.
Rapel down the route.




En Montañesa también existen vías buenas menos extremas.

El sábado repetimos (esta vez, sí, hasta arriba) DEVORANDO LA VIDA, una ruta del Tronko y Papila que realmente merece la pena. Por el entorno, por la roca, por la vía.

No os confundáis con el grado, nos pareció a todos más duro de lo que indica. Recomendable dominar el 6b de pared. Me pareció especialmente exigente el primer largo, con un largo tramo entre un pitón y el primer bolt donde cuesta añadir seguros.


Lo pasamos bomba animando a Diana en L2

Y animándola en el diedro de 6b+ de L4, tan magnífico como exigente



El lunes, fiesta en Catalunya, abordamos los tochos de Jean Michel, un "jovencito" de 62 años que ha equipado un pequeño GRAN sector en un muro fantástico al pie del Pempenús.
Todavía "en construcción", ahora predominan los grados de 6a a 7b, y se adivinan proyectos duros. Bravo y gracias por tu trabajo.




Topo de Melon's obsession, un rutón que espera 1ª repetición. Calidad, grado y huevos


Orgullo gay en Peña Duascaro provocó ciertos comentarios por sus (exceso?) chapas. Esto es LA liberación gay, y demuestra que el taladro bien empleado no mata la aventura sino que crea enormes retos. Felicidades a los abridores, mi más sincera admiración.

1 comentario:

Bullarolas dijo...

La sinceridad se agradece. Muy buen relato y fantásticas fotos con no peor excusa. Dan ganas de escalar sin miedo (no a caerse, si no al qué dirán!

salut