El arnés sigue lleno de polvo y magnesio, los gatos húmedos de sudor.
La bestia que llevo dentro duerme aún apaciguada por la cercanía de esos instantes.
la màgia dels Tepuis
Mi cabeza oscila de la alegría de saber que los míos siguen aquí, a la angustia causada por un bicho imprevisible.
Me inquieta un futuro plagado de noticias funestas.
Encierro.
Desde mi jaula de plata empatizo con quienes vivieron presos
Saboreo el recuerdo de una libertad próxima que se difumina con el devenir,
en un confinamiento para el que no me siento preparado.
Quiero evitar la depresión
Vienen tiempos extraños, duros, ausentes de alegrías, cuyas únicas virtudes serán poner en valor momentos pasados y, con suerte, reordenar prioridades hacia nuestros seres queridos y la libertad de las montañas
Tomo consciencia de lo intrascendente de mis acciones,
de obras o trabajos que antes me enorgullecieron.
Son cenizas, vanidad que se desvanece como el humo.
Hubiera querido acompañar esta entrada con fotos y reseñas de vías inéditas.
Y sin embargo prefiero reproducir dos poemas geniales, bellos
pero tristes como el ocaso de la vida.
Ya somos el olvido que seremos,
bajo el indiferente azul de cielo.
JL Borges.
Y en el mañana, cuando ya no estemos,
seremos humo de pensamiento muerto,
seremos tierra agrietada en el desierto.
Inés García Écija
Ho sento
5 comentarios:
No et disculpis de l'intrascendencia de les teves accions, l'humanitat sempre ha necessitat somniadors i motivadors com tu per fer un mon mes feliç i en conseqüència millor.
Una forta abraçada!
Tu solo piensa en toda la faena acumulada que tendremos cuando nos suelten como a las gallinas del corral, eso si, el estado de forma va ser pesimo con lo que habrá que controlar el taladro jejejejeje. Aunque ahora mismo poco importa eso. Un abrazo sin mariconadas jejeje
Muy bonito Albert.
Siempre te he admirado por las rutas que abres y escalas y por los textos que las acompañan. Dejan ver una cabeza sensible y muy bien amueblada.
Un saludo (desde casa...)
Alex
Hola Albert,
Mejor imagen imposible, los Tepuis, con una niebla espesa que no deja ver la maravilla que contienen las paredes, pero que se despejará. Lo que está pasando es un evento histórico más del siglo XXI que podremos contar a nuestras sobrinas, sobrinos.....nuestros abuelos, nuestros padres, amigos, tíos nos han contado muchas anécdotas y experiencias que han vivido. En un futuro nos tocará a nosotros. Hay tiempo, hay tiempo.... Como siempre me decía Carlos Tudela, las montañas no se van.
Gracias por seguir escribiendo y compartiéndolo, un abrazo.
Esther Fresneda.
una abraçada mestre,
fins aviat
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