La última apertura nos ha decepcionado.
Pese a lo maravilloso del lugar, Saravillo y su Pared de los Carboncillos exigen pericia, mucho esfuerzo y una pizca de suerte para arrancar una buena ruta.
Nos faltó la dosis de suerte, y posiblemente algo de pericia (grado en román paladino)
El año pasado arrancamos un par de largos maravillosos, los mejores de la vía, y probablemente de lo mejor de la pared.
El segundo, ya este año, supuso el desencanto. La piedra y el recorrido no invitaban a repetir, aunque la visión de lo que nos aguardaba por encima justificaba un regreso.
Anteayer sábado volvimos y conseguimos arreglar el tercer largo, no así el cuarto ni especialmente el quinto, cuajado de bloques y coronado por un precario menhir.
Esta vez la montaña ha sido un tanto caBRoncilla con nosotros, convirtiendo nuestros esfuerzos en vanos
Quizás regresemos a enmendar errores. La placa por encima del techo promete abundancia de caRBoncillos y la posibilidad de rectificar. No hay que desaprovechar lienzos, son demasiado escasos. Dos nuevos trazos podrían enmendar el resultado.
Quizás
Probablemente
Seguro
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