lunes, 1 de abril de 2019

Bendita Decadencia. Peña Montañesa

La realidad se presta a múltiples interpretaciones, es líquida y voluble como nuestros tiempos, maleable como mi propia ética.

Sensación curiosa, la de abrir sin más presión que buscar el camino lógico, asegurando a placer y disparando cuando asoma el miedo (tralalalaladro).

 A nuestro lado Gorka, Unai y María apuran el grado con un nivel de autoexigencia que me acompleja, siempre en libre, arriesgando vuelos largos y arrancando numerosas piezas.

Tapo mis vergüenzas:  Nosotros también abriremos en libre. No volamos, pero es que somos muy buenos...
Así nace Decadencia, con estilo (en camisa), en libre y con bolts...
Bendita porque pensando en los años que han de venir me tomo la licencia de añadir algunas piezas al rapelar o cuando repetimos los largos inferiores mientras empujamos nuestro proyecto. Habrá quien considere eso Maldito.


Atraviesa un mar de placas compactas manchadas de erizones, poco atractivo a primera vista.
Quizás por eso todavía conservaba su virginidad.




Empezamos dubitativos.

El primer largo atraviesa una placa gris oscuro que supera nuestras moderadas expectativas, y también el grado obligado. Aguardamos a ver cómo quedaban las tiradas superiores antes de domesticarlo.

El segundo nos sorprende.

Evitamos el desánimo en el tercer largo tumbado y herboso, enlazando placas salpicadas de pinchudos cojines de monja.
Ceci en L3, esquivando erizón y cojín de monja
A partir de allí gloria.
Cuarto largo magnífico, dudando si encarar la placa en la vertical de la reunión, o un leve diedro que se dibuja a la derecha.
L4, fisura y diedrillo clásico. 

El quinto, roca excepcional, canalizos y fisura final.
Ester abriendo L5




El sexto conduce dignamente a la primera cima, la Faja Toro, donde no damos un baño de realidad: Nno existen tesoros ocultos... nuestros predecesores escogieron primero, y eligieron bien.
Sergi, ¿Por dónde acabaremos ?

Volveremos otro finde para atacar la muralla superior, aquélla que (casi)nadie aprovechó.
Sorprendente.
Dos largos gloriosos sobre placas de roca lunar. Un mar de calcáreo gris manchado con aguas e incrustaciones de arenisca marrón, obviando la lógica de las fisuras.
Ceci, recuperando L8


Insólito

Y aun dos tiradas adicionales "territorio montaña" para alcanzar el final del muro sur, muy arriba, muy arriba, sobre una roca a puntos dudosa, y bloques por depurar.
400 mts de escalada hasta las pendientes somitales, desde donde descender caminando por la normal de Montañesa.


Línea amable, poco obligada, que busca la fabulosa roca gris de Montañesa.
Para gozar (de primero) conviene llevar el 6b aprendido o ser un virtuoso de la trampa.
Placa por lo general tumbada sin grandes travesías ni pasos atléticos que divertirán a un segundo de nivel moderado.

En las repeticiones añadimos alguna chapa, maquillamos los pasos más obligados, saneamos bloques y podamos algún pincho cabrón.
Todavía tecleo con dolor...

huellas

Escalaréis mucho en quinto y sexto , sin apenas tramos acerables.
38 chapas de progresión (Bolt de 10x65) y algún puente de roca aseguran sus 400 metros de recorrido.

Reuniones equipadas y rapelables en su parte inferior (1 anilla en las R, prever cordinos) con cuerdas de 60.
Escape por la Faja Toro, el descenso habitual de las vías de la cara Sur de Montañesa.
Y el premio de bajar andando por la normal de Montañesa para quienes concluyan sus 11 largos, previo peaje en las dos últimas tiradas, de roca discreta.


Vía medianamente asequible.
El tiempo y las repeticiones dirán si tiene belleza y calidad para convertirse en clásica

¿ Democratizar Montañesa o saber envejecer?

Al día siguiente responderé a mis dudas