martes, 23 de septiembre de 2025

La llamarada petrificada, Riglos - Mallo Fire


Escalar en Riglos con máximas rondando los 30º parece error de principiante, más aun cuando el Piri te queda a mano. 

Nuestra actividad trasciende lo meramente deportivo. Compartir con amigos se impone y prevalece sobre una determinada vía. Si además combinas colegas con una escuela tipo Riglos, que ofrece orientaciones, estilos y dificultades de todo tipo, la elección queda fuera de toda duda. 


El primer sábado de septiembre llegábamos almorzados a la base del Pisón

Asustados por un sol inclemente redujimos nuestras opciones a dos, ambas a la sombra: Helios o Hechizos del Viento

Sin ganas de sufrir optamos por la segunda: más larga, mejor roca y menor exposición. 

Nos gustó. 

La había intentado años antes de su reequipamiento que (enfatizo) agradezco. 

Inicio perdedor por el maremágnum de rutas que se entrecruzan. Afortunadamente un "local" nos resolvió el enigma: empezad por las chapas bicromatadas. 

De ahí para arriba una topo buena resuelve cualquier duda hasta el último largo antes de la vira (largo 6 o 7), donde se exige aguzar la navegación.  Y ni aun así... todas las piadas que he podido encontrar constatan terreno incierto, algo expuesto y perdedor. Nada que no pueda solucionarse con algo de olfato y serenidad


El domingo anunciaban nublado. En un arranque de osadía probaríamos una vía de la que no tenía referencia alguna, con chapas abundantes abajo, alguna menos arriba: La Llamarada Petrificada

Si entras temprano verás poco sol. No es nuestro caso. Las sábanas se nos pegan al culo, y los frontales de batería, tan minúsculos, nunca nos pesan. 

Recorre los muros de la cara Oeste del Fire, entre Sous les Galets ,  la Luis Villar y Dos hombres & un bombón, una zona con fama de descompuesta. 


Empieza con el (teóricamente) largo más difícil, y lo es. Una pena: moviendo las dos primeras chapas metro y medio a la derecha y saneando un par de bolos, se ganaría en homogeneidad. Las chapas superan un río de piedra desordenada que recuerdan mucho al Port

El segundo largo parece obra de otra cordada. Aquí los bolts obligan a escalar. Piedra más dudosa si cabe y tramos donde debes traccionar de cantos móviles. La habilidad venciendo la fuerza. Suavidad y finura evitarán los vuelos. 

En el tercer largo una variante a derechas a la altura de las sabinas concluye en una reunión de dos bolts sin continuidad. La tomamos y erramos. Sin problema, rapelamos y retomamos la ruta por la izquierda.  

La calidad de la piedra mejora ostensiblemente a partir de la R3. Continuamos disfrutando de chapas abundantes que facilitan identificar el recorrido, hasta que desaparecen en la travesía que conduce a la Luis Villar. Lo que debiera resultar un mero trámite de IV, se convierte en una trave horizontal de 15 metros delicada y expuesta a pesar de su grado moderado. 

Alcanzada ya la Luis Villar, proseguimos durante dos largos que se empalman a 50 mts, merced un  retroequipamiento excesivo (léase conflictivo. 

De ahí recto arriba a salir por la variante Animalada, por dos tiradas bien exigentes. 

Recomendable llevar algún tótem y algún fisu porque los bolts del 6b están muy lejos, con un punto de incertidumbre que te llena de satisfacción cuando alcanzas el relevo. Un par de maillones atestiguaban  algún abandono. 

Último largo equipado y obligado. 

Variante excelente, con un equipamiento parco que contrasta con la abundancia en su parte inferior, y de piedra casi siempre soberbia, que también contrasta con los largos inferiores.   

Recomendable para locales y asiduos, no como toma de contacto. 









 

No hay comentarios: