martes, 6 de agosto de 2013

Doldorphin, corazón helado

El Melón tiene a veces buenas ocurrencias.
Doldorphin resultó una de ellas.
agotado a mitad del décimo largo, 7b

Situado en el corazón del Oberland, el Dolderhorn domina las alturas de Kandersteg, pueblecito famoso por sus magníficas escaladas en hielo. Este invierno visitamos el valle plagado de cascadas y en apenas una semana nos llevamos algunas de las vías más bonitas de los Alpes. La nieve y el frío impedían -o dificultaban- el paseo por las cimas. Este verano hemos vuelto.

La cara sur del Dolderhorn, que significa cuerno dorado, se erige desafiante dos mil metros por encima del valle, y queda protegida por sendos glaciares en sus vertientes Norte y Sur.
En el extremo derecho del Dolderhorn se aprecia la pared Sur, 
a la que accedemos por el collado situado a su derecha, desde detrás, por la sencilla cara norte

Poca gente se acerca a a esta pared de más de 500 mts, surcada por una única vía que apenas cuenta con una docena de repeticiones en sus 5 años de vida. Curiosamente cuando llegamos al refugio y revisamos el libro de piadas descubrimos que Joan, Toti y Xevi la habían intentado el año anterior.

Esta vez eramos cuatro mosqueteros: María y Unai, Ester y yo.
Dos equipos, cuatro locos con hambre de roca, pasión desbordada y cuatro cuerdas para rapelar, un factor que prácticamente anula el riesgo de enganche.


Martes
Escalamos en Sanech esquivando de nuevo chaparrones. Empleamos la noche del mismo martes para llegar al Wenden donde una lluvia pertinaz y persistente continuaría molestando hasta la mañana siguiente.


Miércoles
Tapias mojadas. Bajamos a Interlaken a consultar meteo y aprovisionarnos de comida. Entre birra y birra Unai nos vende la moto del cuentacuentos. Nosotros, como niños, caemos en el encantamiento.

El miércoles por la tarde subimos al Refugio de Fründen por un agradable camino que atraviesa el lago de Öschinen y gana cerca de 1500 metros en poco más de 2 horas y media (el teleférico no vale la pena).
La caminata lo tiene todo: paisaje, agua, animales, restaurante a orillas del lago, panorámicas y premio al llegar a destino: la cena en la mesa.

El Fründenhutte no es un refugio de escaladores. Cursillistas de glaciar y paseantes predominan en la fauna de este pequeño hotel, junto a algún guía metido en faena y las dos o tres personas que regentan el local.
Las paredes de Oschinen  

No esperéis explicaciones de la vía, ni siquiera las pidáis: a nosotros nos dijeron que la vía se hacía en unas 5 o 6 horas... horario más que ajustado a la vista de la reseña.
Afortunadamente un cuadro en mitad del comedor se encargará de aclararnos las dudas: la topo original enmarcada y aderezada con numerosas fotos de la ascensión, y unos textos en alemán que deberían explicar las principales características de la ruta.

Aunque la zona presenta otras escaladas de roca encima del lago Oschinen (Plan B Kik  como más recomendables), el refugio únicamente  sirve de base para la escalada del Dolderhorn.


Jueves
Nos acostamos temprano después de una cena frugal (ahhhhhh, como añoramos la Charpoua). Tocaba despertarnos a las 4:45 y empezar a caminar con el alba, poco antes de las seis de la mañana. Una hora y poco de glaciar en subida hasta un marcado collado que se atraviesa hacia la vertiente Sur de la montaña.

Del collado un descenso de 150 mts conduce al plateau del glaciar Sur desde el que se yergue nuestro anhelado objetivo, un murallón vertical de 500 mts limpio de relieve, un trampolín que va enderezándose hasta alcanzar la verticalidad en su segunda mitad.
Rimaya en óptimas condiciones, no así los primeros largos repletos de piedra y bloques inestables

Las nevadas abundantes de este 2013 y lo temprano de la estación contribuyeron a que los glaciares (tanto el Norte como el Sur) y la rimaya no nos amenazasen con grietas peligrosas. Tengo la mala costumbre de hundirme en cualquier grieta. El año pasado casi me caigo -desencordado- en un agujero del norte de la Marmolada, un glaciar que todo el mundo baja en bambas, y cada año que paseo por los Alpes me las ingenio para acabar con las ingles enterradas a metro y medio, agitando los brazos en posición de nadador para que la nieve soporte mi peso

Los tres primeros largos son pura transición: roca descompuesta llena de bloques, tumbados y peligrosos. Cada movimiento de cuerdas implica caída de piedras, un riesgo atenuado por el trazado diagonal de la vía, y por las reuniones a menudo protegidas bajo un techo o espolón.

Después todo cambia.

Cuarta tirada, justo por encima del zócalo descompuesto. 
La roca cambia. A lo lejos se aprecia el glaciar totalmente bombardeado.   

El cuarto largo promete roca compacta con tonalidades gris mate. Las regletas se tornan fiables, escasean y pierden grosor en favor de las formas y adherencias. La escalada se tecnifica, eleva su nivel de complejidad y la dificultad para adicionar seguros a los pocos bolts emplazados aumenta el compromiso.


La sensación de lejanía, el glaciar suspendido, las nieblas y las brumas que nos envuelven, todo contribuye a que el carácter de la ascensión se amplíe.

Las niñas expimiéndose en el sexto largo. 
Sexto grado de navegación con seguros en Pekín.

Cruzamos los dedos para la que tempestad eléctrica no aparezca. El riesgo anunciado era bajo, pero presente.
Ester alcanzando la sexta reunión. Ambiente norte en una pared sur    

Gozaremos de un día espléndido ligeramente frío con el sol oculto tras un halo de nubes que aparecen y se van. Esta montaña es una fábrica de bruma.

A lo lejos se entrevé al Cervino que va gestando cúmulos con la misma efervescencia.

Poco a poco la pared se endereza y se acerca a la vertical.

Una primera barrera de techos con una sección muy a bloque de 7a+, que solo Unai consigue encadenar, dan paso a unos largos de adherencia pura, geniales.

También las niñas degustarán el sabor del miedo. El séptimo largo de 6c (un buen 6c+++) exigirá a María primero, y sobretodo a Ester después (pasos largos) algunos movimientos difíciles lejos ya del bolt salvador.
María descifrando los secretos de un 6c muy caro.   

Jeroglíficos sin magnesio, escalada a vista de verdad, compleja, abierta por tipos que dominan el octavo grado. Eso, cuando tu nivel apenas alcanza el 7a peladito, corta bastante. Chapas lejos, a dos, tres y a veces cuatro metros. Mmmm, estamos en pleno baile.

El noveno largo de 7a es obligado a pies, tumbadito y aleatorio.
Respiro: la sombra alcanza la zona técnica de adherencias  

Décimo largo, teóricamente el más difícil.
Unai devorando el 7b. El cabronazo va sobrado  

Le suplico a María que me deje algún cintajo largo donde crea conveniente. Unai desde la reunión la urge a correr. Las horas van pasando y todavía tenemos seis largos por encima.
Esta semana ya llevo más vuelos de los que suelo experimentar, y esos mismos seis largos restantes me aconsejan reservar fuerzas. Aprieto a tope, más de lo que debería.


Gasto cartuchos para terminar pillado a mitad de largo bajo la atenta cámara de Unai que certificará mi canguelo.
Sin remordimiento, sin solución posible, sin propósito de enmienda  

Le pide a María que retire todas las cintas. Despiadado, quiere verme volar.
Ya sin remordimiento alguno tiro de A-Cero cada vez que alcanzo la anhelada chapa. Menos mal: el largo siguiente de 7a+ es la guinda del pastel.
El bizcochito luchará con lanzamiento incluido lejos ya de la chapa. Trinca y sigue.

Le pido a Ester que me releve con más putería que galantería: se trata de una maniobra maquiavélica para no liderar el extremo caliente de la cuerda. Soy consciente que este largo me corresponde, y mi ránking desciende de macho alfa a potrillo comedor de alfalfa.

Maniobramos en cordada japonesa. Las dos niñas se encuerdan una a cada cabo del líder de la manada, título que ostenta Unai para variar.
Yo quedo relegado a la reunión inferior por mi incompetencia, a modo de castigo.

Qué lejos queda la seguridad del glaciar, 
Qué lejos quedaron mis fuerzas y mis ganas de sufrir.   

Media hora más tarde Ester me asegura desde arriba. Nos quedan cuatro largos que rondan entre el V+ y el 6a con las chapas en Pekín.
Quintos expuestos, la niebla impide calibrar la lejanía de los bolts

último largo difícil, 6a muuuy atlético. Cuando chapas respiras.  

El último, de trepada, se lo lleva María con embarcada incluida. Ester y yo esperaremos en esta última reunión a que ellos desciendan. El peligro de caída de piedras se acentúa, huele a azufre cada vez que una roca impacta cerca recordándonos que del cielo al infierno apenas median unos centímetros.

Iniciamos los rápeles en la penumbra con la ventaja de que la oscuridad pronto ocultará el vacío, y con ello cualquier atisbo de temor. El espacio se reduce a los 20 o 30 metros que se iluminan a la luz de nuestros frontales. Adiós al miedo.
maniobras orquestales con la oscuridad acechando

Años de experiencia en descensos complejos y escaladas nocturnas: alternamos maniobras con la precisión de un reloj suizo.
Unos tiran de las cuerdas, otros recogen, otros rapelan emplamando tiradas.
Tocamos suelo (glaciar) a las 11 de la noche libres de incidencias. Allí nos calzamos botas y grampones y remontamos por el collado helado pasito a pasito.

Glaciar. Soy un cagado y obligo a toda la comitiva a encordarnos.
Cachondeo sin piedad: en la última pendiente nos tiramos  expresamente arrastrando al grupo. Las chicas están a punto de enviarnos a tomar viento.
Somos insoportables, también encantadores... o eso quiero creer

Hora y media más tarde, a las 00:30, abrimos la puerta del refugio después de 18 horas de frenética actividad.

¿Dónde está la cena?
Un mendrugo de pan, algo de queso y charcutería. A todas luces insuficiente después de tan larga jornada. El sueño puede más que el hambre y en media hora nos embutimos en los edredones.


Viernes

A la mañana siguiente nos explicarán que aguardaron hasta ver nuestras frontales en la cima del collado pasadas las once de la noche.
Nos obsequian con esa noche y a la cena de ayer GRATIS. Parece que lo de parejitas en el Dolderhorn les hace gracia
¿Quien dijo que los suizos eran tacaños?

En la terraza del refugio organizamos y secamos el material de ayer.

Tranquilamente bajaremos a orillas del lago donde nos obsequiaremos con una opípara comida en un restaurante repleto de turistas.
De allí solo restan 20 minutos en descenso hasta nuestros vehículos.

Plácido descenso en pos del restaurant a orillas del lago 

Multa en el párking: pagué por un día , regresamos el segundo.
No me enoja. Estamos rebosantes de alegría.

Y además, nos vamos al Wenden.
Esta noche dormiremos en el párking de Alpiglen, a los pies de otra muralla fabulosa.


La vita è bella  y hay que aprovecharla
salut per tots, avui més que mai!!!





Traducción de los datos de la topo:

Pared Sudoeste, Altitud 3411 m en el Doldenhorn Ostgrat (Gasterntal)

1ª ascensión: Peter von Känel, Bernd Rathmayr + Markus Wicky (1/24/25.7+3.8.2008), largos 1-6 en 2

días por  Resu Leibundgut + Chrigu Maurhofer en verano del 1998.

Acceso : 

Por Kandersteg > Öschinenbahn &gt:  Cabaña-Refugio Fründen (2.30 h)  + Collado Fründen en 1h45
Por el sudoeste. Gran compromiso. De (Gasterntal) con vivac al pie de la pared en (5h)

Material: equipamiento de glaciar (botas, grampones, piolet, 1 tornillo) + 14 cintas y juego de Tótems (semáforo aliens + camalot verde). 


Dificultades : 7b máximo, 6c+/7a obl (a nostros el largo 11 nos pareció 7a/+ obligado)

Descenso: en rápeles por la ruta. Posible bajar por la cara norte del Dolderhorn. 


Particularidades: ruta alpina en altitud de carácter severo en uno de los rincones más solitarios de los Alpes, alejados de toda civilización. Baja cobertura telefónica (parte inferior sin, arriba débil)
En caso de tormentas, PELIGRO

Largos 1, 2 y 3 inestables, después en general roca alucinante. 



11 comentarios:

Afrorizos dijo...

Gracies per compartir-ho amb tots nosaltres! A continuar gaudint doncs!!!

Maria dijo...

Ets un poeta Albert!

lali i quim dijo...

Ei !! Felicitats per la via!! Mooolt bon post!Em suen les mans...sembla que de calor poca però es veu un lloc preciós i una gran via!!
Ets un mestre trobant tàpies i grans racons!! No paris!! Ja et pillarem per banda perquè ens facis una bona llista!
BON ESTIU!!!

Marc Vilaplana Traveria dijo...

Enhorabona Albert i companyia!!
Ja veig que et passes de llarg les meves recomanacions!! jejeje
Que segui gaudint del magnífic calcari suïs!!!

Nach dijo...

Ostras Albert, pero si te estás haciendo hasta poético...jejj. Muy buen post; buen relato de la actividad, acompañado de buenas fotos e imagino buena compañía por lo que describes (ok). Enhorabuena a todos y a tí en especial por contar la experiencia en primera persona. Saludos.

ester dijo...

Ja veig que no només competim per encadenar més... sinó ara també per l'escriptura... jeje i vas per davant en les dos coses... m'hauré d'esforçar més...
Molt bona preciós
mua
ester

Kiku dijo...

Ostres tu, m'he cansat només llegint-ho. Felicitats parella i gràcies per compartir-ho, molt ben escrit. Activitat potent, d'aquestes que omplen.

PASTES dijo...

Uuuuummm quina enveja!! Felicitats x l'activitat i bonissim el post.
Salut i a tibar-li

Grimpacòdols dijo...

em trec el barret!!!! felicitats per l'activitat i el post!!!!

Anónimo dijo...

Macho alfa, potrillo de la manada que más da...7a pelado... pero si lloras más que yo!!!!

Enhorabuena por la ascensión y por el relato, que sano es reírse de uno mismo y reconocer los momentos de debilidad.

Pero vamos que a mí no me engañas, en una manada con el supermacho alfa y dos superwoman puedes optar por no exprimirte más pero si no ahí estarías "chemecando" como dice Lorenzo.

No me da envidia la actividad, muy por encima de mis posibilidades, me da envidia el buen ambiente que transpira tu relato.

Chavi

Anónimo dijo...

Albert,.... tio has d' escriure un llibre...i no paris de trepar
Jordi Rubio Rocabert