Los resignados aperturistas de la Noche del Lémur sufren ahora el Beso de la Cobra...
Vences el miedo al rechazo, acopias fuerzas hasta creerte capaz.
Encaras ese animal bello que te atrae sin remisión.
Te acercas a la presa delicadamente y, de repente, la Cobra se aleja con una maniobra evasiva imposible de prever ni evitar.
Todo tu esfuerzo al carajo. Otra ocasión perdida. Un nuevo golpe a tu amor propio
Sólo queda sopesar fuerzas y calibrar el momento antes de intentarlo de nuevo.
Únicamente los obstinados y perseverantes sobreviven al Beso de una Cobra.
Aquí hemos insistido.
Un año y tres intentos con Tamarite
La chorrera del inicio suele mojarse con las lluvias de otoño.
El techo y la travesía del segundo largo impiden progresar con alegría.
Arriba, sufriremos el sabor de nuestra propia medicina.
El domingo concluimos con Vincenç la que intuimos sea una ruta magnífica.
La orientación invita a reservarla para esos días no demasiado fríos de otoño o finales de verano.
Sombra bien entradas las 16h.
Se escala rápida, a pesar que este domingo invertimos poco más de 8 horas en recorrer los 5 primeras tiradas y abrir las dos últimas.
Todos los largos son muy buenos, mereciendo el primero y el último calificativo de excepcional.
Que la disfrutéis!
Mon germà l' Oriol passejant pel primer llarg
L2, un pèl més incert
El Pupi a L1
L'Ester a L3
L4, curt i bo
L5, curt però intenssssss